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El organismo internacional confirmó que más de 500.000 personas atraviesan una situación catastrófica en la Franja y que la crisis podría extenderse a otras gobernaciones en septiembre. La ONU acusó a Israel de bloquear el ingreso de alimentos y advirtió que utilizar el hambre como arma constituye un crimen de guerra.

La declaración fue realizada por la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), con sede en Roma, que señaló que se trata de la primera hambruna reconocida en Medio Oriente. Según el informe, la emergencia alimentaria se agravará en las zonas de Deir al Balah y Jan Yunis en las próximas semanas, profundizando el drama humanitario que atraviesa la población de Gaza.

Tom Fletcher, director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, apuntó contra el gobierno de Israel al sostener que la tragedia “podría haberse evitado” de no existir una “obstrucción sistemática” al ingreso de asistencia, y advirtió: “Esta hambruna nos atormentará a todos”. En la misma línea, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó que provocar hambre con fines militares constituye un crimen de guerra, mientras que António Guterres pidió un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes y la apertura total de corredores humanitarios.

Israel rechazó categóricamente el informe y la Cancillería de ese país aseguró que se trata de un estudio “fabricado para la campaña de Hamas”. El gobierno de Benjamin Netanyahu sostuvo que no existe hambruna en Gaza y acusó a la ONU de desviarse de sus propios criterios para convalidar lo que calificó como “mentiras” de la organización palestina.

El conflicto, que comenzó tras el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023 con 1.219 israelíes muertos y 251 rehenes, lleva 22 meses y ha dejado más de 62.100 palestinos fallecidos, en su mayoría civiles, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza consideradas fiables por la ONU. En ese contexto, el ejército israelí ya controla el 75% de la Franja y el ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó la movilización de 60.000 reservistas para avanzar sobre Ciudad de Gaza, lo que amenaza con recrudecer aún más la crisis humanitaria.