La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, responsabilizó al gobernador bonaerense Axel Kicillof por los graves disturbios en el partido de Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile, que terminó con 105 detenidos, al menos 16 heridos y dos hinchas chilenos internados en terapia intensiva por fracturas de cráneo.

Bullrich cuestionó el accionar de la Policía Bonaerense y acusó al gobierno provincial de “dejar que la violencia se adueñe de la cancha”, al tiempo que denunció un presunto vínculo político entre las autoridades y los barrabravas. Desde el Ministerio de Seguridad Nacional señalaron que el operativo de seguridad estuvo bajo responsabilidad de la Provincia y remarcaron graves falencias: ingreso violento de la barra visitante, falta de requisas y ausencia de redes de contención en la tribuna. Además, aseguraron que la policía recibió la orden de no intervenir, lo que prolongó los enfrentamientos que derivaron en incendios, destrozos y escenas de extrema violencia.

El gobierno nacional anunció que se presentará como querellante en la causa penal y dispuso medidas como la expulsión de extranjeros implicados, la aplicación del derecho de admisión de por vida, la entrega de registros fílmicos y pedidos formales a Chile para que se prohíba la entrada a estadios a los violentos identificados. También reclamó a la Conmebol sanciones ejemplares contra el club trasandino. Bullrich, en clave de campaña, advirtió: “Recuperamos el orden una vez y ahora vamos a hacer lo mismo con los barras bravas, sean de donde sean”.

Mientras tanto, desde su ministerio destacaron que las fuerzas federales sí actuaron: requisaron micros de la barra visitante, controlaron el ingreso de más de 25 mil personas con el programa Tribuna Segura y bloquearon la entrada de Juan “El Gordo Juani” Lenzicki, jefe de la barra de Independiente con derecho de admisión vigente. La noche terminó con la suspensión del encuentro por parte de la Conmebol y con un fuerte cruce político entre Nación y Provincia sobre las responsabilidades del operativo fallido.