PH: AFP
La Casa Blanca ordenó el envío de buques, submarinos y tropas hacia aguas cercanas a Venezuela en el marco de su política antidrogas. En paralelo, crecen las acusaciones de narcoterrorismo contra el gobierno de Nicolás Maduro, que respondió movilizando fuerzas internas.
El gobierno de Estados Unidos anunció un amplio operativo militar en el Caribe como parte de su estrategia para aumentar la presión sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro. El despliegue incluye destructores equipados con sistemas de misiles, aeronaves de reconocimiento, un submarino de ataque y alrededor de 4.000 marines, de acuerdo con reportes internacionales.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que Washington utilizará “todos los elementos de su poder” para combatir el narcotráfico y perseguir a quienes considera responsables de facilitar el ingreso de drogas a territorio norteamericano. A las acciones militares se suman acusaciones de narcoterrorismo y una recompensa millonaria ofrecida por la captura del mandatario venezolano.
En el plano político, congresistas republicanos profundizaron sus críticas al régimen de Caracas y exigieron medidas más contundentes, en un contexto donde la confrontación con Venezuela ocupa un lugar central en la agenda de seguridad.
Como contrapartida, Maduro respondió con la activación de la Milicia Nacional y denunció que la iniciativa estadounidense constituye un intento de “amedrentamiento”. El mandatario insistió en que Venezuela defenderá su soberanía frente a cualquier intento de intervención extranjera.
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